María Cristina Anrrango y su marido, José Rafael, tienen papeles importantes en la cadena de valor de la goldenberry orgánica en la asociación AZAMA. María Cristina es la presidenta de la asociación y José es un destacado agricultor de goldenberries encargado de la recepción y pesaje semanal de las frutas en el centro de acopio. Hace cinco años María Cristina y José, frustrados por la escasez de precios consistentes y compradores para otros productos agrícolas, decidieron crear una asociación de goldenberries en colaboración con TerraFertil. María Cristina recuerda: «…no fue fácil y tuvimos que invertir tiempo y dinero para construir el centro de acopio, comprar cajas de plástico y abrir una cuenta bancaria, para lo que necesitamos 600 USD». Pero están totalmente de acuerdo en que mereció la pena. AZAMA, que al principio solo tenía 5 miembros ya tiene 120, y es una de las asociaciones de productores más destacadas de Terrafertil, empresa a la que vende más de 3000 kg por semana de forma regular. Esto supone más de 3000 USD a la semana que van directamente a los bolsillos de los miembros de la asociación en una región donde es extremadamente difícil encontrar un trabajo remunerado.

Las vidas de la pareja se han visto muy enriquecidas por su aventura empresarial con las goldenberries. María Cristina se ha convertido en una líder respetada de la comunidad, ya que la asociación es la fuente más fiable y lucrativa de ingresos para las familias locales. José gana entre 80 y 250 USD a la semana con sus 700 plantas de goldenberry, cifra bastante más alta que la media en el Ecuador rural. Esto ha permitido que la familia vea crecer sus ahorros hasta más de 16 000 USD, que la pareja ha invertido para mejorar su casa y abrir una tienda comunitaria. De cara al futuro, José comenta: «Queremos seguir creciendo y el próximo paso será la ampliación del centro de acopio para aumentar la producción».